miércoles 16 noviembre 2016 |
Gestión Humana
Quedan menos de 60 días para que los calendarios del 2016 se vuelvan obsoletos. El cierre de año es una oportunidad para hacer un balance de lo sucedido en los últimos 12 meses y para proyectar los retos y objetivos del año que se avecina.
Esta evaluación no solo debe hacerse desde el punto de vista personal, también es recomendable hacerlo en el espectro laboral. Para completar esta tarea hay que ir más allá de los fríos números que marcan si se lograron los objetivos en utilidades o crecimiento de mercado, por ejemplo.
Por supuesto, el análisis cuantitativo no solo es útil sino muy pertinente, sin embargo, hay que analizar otras esferas laborales que quedan por fuera de la órbita de la contabilidad financiera. Por ejemplo, es clave analizar las relaciones con su equipo de trabajo. Si al poner el espejo retrovisor se da cuenta de que una buena parte de sus pupilos ha renunciado, más allá de si se cumplen las metas financieras, algo no está andando como debería.
Así como los números son determinantes para el futuro de la compañía, el ambiente laboral también es un factor clave para el buen desarrollo de su negocio. Que las personas con las que trabaja se sientan contentas no solo hará que su oficina sea un lugar mucho más amable para trabajar sino que además se traducirá en un incremento de la competitividad, ya que un empleado feliz es un empleado más productivo y comprometido.
Este balance también debe ir más allá del espectro laboral. A la hora de hacer su ‘rendición de cuentas personal’ analice también cómo se encuentra su balance entre la vida laboral y su entorno familiar, tal vez encuentre que está descuidando alguno de los dos y solo así podrá emprender un plan para encontrar esa sabia y necesaria relación entre trabajo y vida personal.
Y así como con las doce uvas que significan propósitos y deseos para el año que comienza, piense en su docena de intenciones para el 2017. Por supuesto, no deben ser los mismos que se plantea desde el plano laboral, estos propósitos deben aglutinar todo su entorno laboral, deben incluir retos que lo hagan crecer como profesional así como oportunidades para que su entorno laboral sea armónico y productivo.