martes 05 julio 2016 |
Gestión Humana
Sin duda, la mayor preocupación ante este reto es mantener la productividad sin afectar el descanso de su grupo de trabajo. La función del líder es reconocer las necesidades del grupo y adaptarlas en beneficio de la empresa, por esto, existen algunas recomendaciones que pueden hacer de este proceso un elemento estratégico:
El marco legal
Las vacaciones no son únicamente una formalidad, son una necesidad, pues hacen que cada miembro del equipo de trabajo cuente con una temporada de descanso que le ayude a renovarse. Lo recomendable es establecer las fechas y las condiciones del periodo de vacaciones desde el inicio del contrato laboral, de esta forma tanto el empleador como el trabajador y su equipo podrá planear con anticipación la redistribución de labores de ser necesario.
Respaldo
El empleador o el líder del equipo, debe generar un clima de sustentabilidad que permita la “desconexión” del trabajador durante su receso. Cada miembro del equipo que continúa sus labores debe estar al tanto de las funciones que cumple el miembro faltante.
Equidad
Para organizaciones con un número considerable de trabajadores y con un fin comercial que no permiten recesos colectivos, la decisión de quién toma vacaciones suele ser bastante difícil. Este tipo de situaciones requieren una administración imparcial por parte del líder del grupo, ya que puede prestarse para interpretaciones equivocadas.
Control
Es importante que el registro de vacaciones sea llevado con la mayor seriedad, en algunas organizaciones los empleados cuentan con bases de datos digitales, en la cuales están consignados datos como solicitudes de días, autorizaciones de licencias y controles de ausencia; con el fin de que a largo plazo no existan inconvenientes en la asignación de vacaciones.