miércoles 06 abril 2016 |
Gestión Humana
Los exámenes de ingreso ayudan a las compañías a conocer las condiciones físicas, mentales y sociales del trabajador antes de ser contratado. Tienen como objetivo establecer que sus condiciones laborales sean acordes a sus capacidades y que estas no afecten su salud.
El Ministerio de la Protección Social a través de la Resolución 2346 de 2007 determina que las entidades públicas y privadas están en la obligación de realizar evaluaciones médicas pre ocupacionales o de pre ingreso a todos los funcionarios que vayan a ser contratados.
Este procedimiento determina la aptitud de los trabajadores para ejercer eficientemente sus funciones dentro de la compañía, sin que se afecte su salud o la de otras personas.
Además, permite establecer si el futuro trabajador cuenta con algún tipo de padecimiento que pueda interferir en su desempeño o que las funciones que va a ejercer en la empresa, puedan agravar su estado de salud.
Por su parte, la compañía está en la obligación de informar al médico o institución de salud que lleve a cabo los exámenes de ingreso, los requisitos del perfil que están contratando y las funciones que desempeñará la persona opcionada, para que determine sus recomendaciones a la empresa.
La norma también indica que los médicos e instituciones deben respetar la historia clínica ocupacional, por lo que solo deben remitir al empleador el certificado médico que indique las recomendaciones o restricciones si fuera el caso, para que el trabajador pueda ejercer su cargo.
Una vez realizada la contratación, como empleador está en la obligación de adaptar las condiciones de trabajo, de acuerdo a las recomendaciones establecidas en la evaluación médica para que sus colaboradores puedan llevar a cabo todas sus funciones sin afectar su salud.