miércoles 30 septiembre 2015 |
Candidatos
En el entorno laboral se construyen relaciones de amistad que bien manejadas ayudan a mantener un ambiente sano, sin embargo es importante fortalecer estos lazos y no caer en hábitos que perjudican estas relaciones amistosas y afecten la productividad.
Crear un ambiente laboral propicio es indispensable ya que compartir y relacionarnos con otros hace parte de la jornada, y en ese sentido, se debe ser tolerante frente a diversas personalidades entre los compañeros y en segundo lugar, se deben evitar hábitos que incomoden o afecten las relaciones ya construidas entre subalternos o colegas.
Señalar o culpar a otros: Los señalamientos entre colegas son muy comunes, algunas veces son intencionales y otras no; pero sin duda, este tipo de prácticas generar ciertos conflictos en el lugar de trabajo. En este caso, antes de señalar o culpar por errores a otros, es importante hablar directamente con la persona que cometió dicho error y así tratar de mejorar la situación.
Hablar en voz alta: Este hábito es muy molesto, pues hay personas que según el rol que desempeñan necesitan mayor concentración y que otros estén constantemente hablando de temas no relacionados con el entorno laboral y en voz alta puede incomodar a otros. Evita hablar en voz alta sobre asuntos personales durante la jornada laboral debe haber espacio para todo así que es mejor hablar sobre esos temas en almuerzo o en el “coffee”.
Mentir: Aunque no se pretenda hablar sobre las intimidades, no es necesario mentir. Si es molesto que pregunten acerca de la vida personal, la mejor manera de evitarlo es evadiendo preguntas porque una vez que una mentira sea descubierta, la reputación personal quedará siempre en duda.
Chismear: Hablar del prójimo y estar pendiente de lo que hace da una mala imagen. No es conveniente hablar de lo que se considera bien o mal con otros, pues finalmente hay pensamientos que es mejor no expresarlos. Este tipo de acciones generan comentarios inadecuados sobre los compañeros de trabajo y llegan afectar duramente el entorno laboral.