miércoles 08 marzo 2017 |
Gestión Humana
Actualmente, la mayoría de vacantes laborales son específicas al requerir una experiencia laboral mínima por parte del solicitante. En algunos casos, como por ejemplo, los estudiantes recién graduados de las universidades, que no cuentan con una experiencia previa para aplicar a un trabajo profesional, deben prepararse muy bien para su primera entrevista laboral.
En primer lugar, lo que deben hacer las personas es realizar una completa hoja de vida analizando principalmente sus habilidades, fortalezas, destrezas y virtudes que lo destacarían ante la empresa a la que está aplicando.
En segundo lugar, se deben destacar todos los conocimientos adquiridos, los títulos logrados y seminarios, conferencias y cursos tomados. Además, es muy importante indicar dónde realizó sus prácticas profesionales y qué funciones desempeñaba, ya que esto ayudará a la hora de evaluar la pertinencia del cargo al que está aplicando.
En tercer lugar y cuando ya tiene claro los puntos mencionados anteriormente, debe aplicar a una oferta o empresa con la cual usted se sienta identificado. Esto lo hará sentir más seguro a la hora de presentar la entrevista.
Una vez haya aplicado a las ofertas laborales con la cuales está realmente interesado, deberá prepararse para una posible entrevista de trabajo y hacer el ejercicio de preguntarse y responderse usted mismo, por aquellas preguntas tradicionales de una entrevista si nunca ha estado en una.
En el caso de las organizaciones, una persona sin experiencia previa resulta ser un candidato atractivo porque es alguien que puede adaptarse con mayor facilidad a la cultura organizacional. Además, estos candidatos llegan con ideas innovadoras a sus nuevos trabajos.
Es importante que la persona sin experiencia laboral vea su condición como una ventaja, trate de estar tranquilo y saque tiempo para investigar acerca de la compañía a la cual se está postulando, esto demuestra interés y podrá enfocar mejor las respuestas que su entrevistador le haga.