martes 28 octubre 2014 |
Gestión Humana
Marcela Castillo, Gerente Adecco Professional
¿Por qué se ha convertido el salario emocional en un factor clave para la retención del talento en las empresas?
Las organizaciones pueden considerarse como un entorno transaccional en el que se desarrollan acciones, se evidencian consecuencias, y se construye una dinámica bilateral y de motivación.
El reto está en hacer que la empresa sea atractiva para el personal, permitiendo que los colaboradores se sientan satisfechos y establezcan un vínculo emocional con la empresa, lo que se facilita interiorizando la necesidad de producir emociones positivas en cada uno de los empleados, conociendo sus intereses, motivaciones, prioridades, deseos y necesidades.
Las organizaciones más reconocidas por sus empleados han invertido tiempo y presupuesto en desarrollar el concepto de salario emocional en sus entornos organizacionales. Se han nutrido de todo el talento de sus colegas, innovado en esta área, y formado a sus trabajadores no sólo en conocimientos técnicos, para desarrollar sus roles, sino también en las habilidades para llevarlas a cabo, generan confianza entre sus empleados, trabajan en políticas de comunicación interna y externa, entre otras buenas prácticas.
Dentro de las causas que potencian el comportamiento podemos encontrar las recompensas sociales (reconocimiento, posición, elogio), la promoción personal y profesional, la posibilidad de realizar labores de interés, el éxito en la realización de tareas (metas alcanzadas), las experiencias emocionales placenteras y los beneficios materiales. Las emociones establecen una posición frente al entorno, y se convierten en impulsores hacia personas, objetos, acciones e ideas.
¿Qué tanto interesa el dinero?
La retribución o compensación económica constituye un factor clave a la hora de pensar en la motivación de los empleados, en el marco de equidad interna y externa. Pero lo realmente clave es que los empleados puedan reconocer que la empresa en la que trabajan es justa con respecto a sus políticas salariales, de promoción y desarrollo, y que estas políticas están asociadas al desempeño, esfuerzo, la consecución de logros alcanzables, la dedicación y el compromiso que tienen recompensa. Y en esto el gran protagonista es el Departamento de Recursos Humanos, quien se encarga de motivar y dinamizar las actividades para que sus empleados se sientan motivados a conseguir esas recompensas.
Carlos García Herrera, Gerente de Consultoría de Adecco, en esta misma línea destaca que “En Colombia, las compañías se están aventurando, cada vez más, a potenciar la efectividad organizacional a través del salario emocional, mediante mecanismos no salariales que hacen parte de la compensación total, los cuales contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los empleados, a la reducción del estrés laboral, a la conciliación vida y trabajo, a una mejora en la productividad y en el afianzamiento del sentido de pertenencia de los empleados a las compañías”.