Organizaciones, empresas y empleadores en general tienen la obligación de proporcionar a sus empleados un ambiente que garantice sus derechos fundamentales, libres de discriminación, acoso y con la seguridad social exigida por la ley. Pero su responsabilidad no acaba ahí, los empleados cuentan con otras necesidades, que en muchos casos, no son satisfechas por sus superiores.
Los empleados buscan una mayor satisfacción profesional y para eso el contexto laboral es fundamental, según un reciente estudio realizado por Adecco, entre 1.500 personas, solo el 14% de los trabajadores colombianos asegura que sus talentos son tenidos en cuenta por parte de su empleador.
La satisfacción también depende del reconocimiento de los empleados, las necesidades financieras, el plan de carrera y la estabilidad laboral que ofrezca cada compañía.
Es bien sabido que la insatisfacción de los empelados afecta de manera directa los resultados finales de una organización, es por esto que hoy en día se dedican grandes esfuerzos encaminados en este sentido. Está comprobado que un trabajador motivado, con una actitud positiva en su trabajo y comprometido con sus labores, está menos predispuesto a abandonar la empresa con la primera oferta que le hagan.
Un trabajador bajo estas circunstancias garantiza una reducción de costos en términos de una nueva selección y potencializa la productividad de la organización explotando de manera adecuada los talentos de cada uno de sus empleados, acciones que repercutirán en la satisfacción laboral de todo su equipo de trabajo.
Por último, el incluir el denominado Salario Emocional, en los que los estímulos de carrera y de nuevos proyectos impacten a los colaboradores, será esencial para mantener la magia y el enamoramiento de cada uno de las personas que se desempeña en distintos cargos. Esto garantizará el mantenimiento de la organización como una perfecta maquina aceitada a lo largo del tiempo.