miércoles 28 octubre 2015 |
Gestión Humana
Aunque los nervios, la ansiedad o la falta de experiencia entran a jugar a la hora de presentar una entrevista de trabajo, existen algunas condiciones que debes tener en cuenta para que tu miedo no se convierta en una situación de terror frente a tu entrevistador.
Por eso te hacemos algunas recomendaciones sobre lo que deberías y no responder cuando te hagan las siguientes preguntas:
- Cuéntame sobre ti…
Es común cometer el error de repetir la trayectoria de la hoja de vida, pero tu entrevistador ya tiene tu hoja de vida así que para responder esta pregunta,
busca contar tu historia como lo harías con una película.
Por ejemplo, puedes decir que estudiaste tu área y que luego empezaste a aplicar tu formación o que definitivamente empezaste a encontrar enfoques muy específicos que te fueron girando hacia nuevos rumbos por lo que trabajaste en X área y de ahí pudiste aprender tales cosas. Puedes agregar que esa experiencia y aprendizaje te ha llevado a que sigas buscando oportunidades de crecimiento que te permitan potenciar aún más toda esa experiencia.
- ¿Por qué quieres trabajar en esta empresa?
Aunque la pregunta es muy clara es muy común cometer errores como ‘venderse’ como la oportunidad que la empresa necesita para su crecimiento o enfocarse en querer cambiar de trabajo porque el anterior era positivo.
En realidad, lo que se busca con esta pregunta es
saber el grado de conocimiento sobre la empresa (que no tiene que ser muy profundo) y demostrar por qué es una opción positiva para tu desarrollo profesional. Recuerda resaltar cualidades positivas de la empresa, sus puntos fuertes y las oportunidades que ves en ese puesto de trabajo.
- ¿Por qué deberíamos contratarte?
No caigas en lugares comunes como: “creo que soy la persona indicada”, “trabajo duro”, “tengo ganas”. Si bien son aspectos positivos, no es un factor muy diferencial frente a otros candidatos. Mejor
resalta motivos específicos por los que tienes una ventaja competitiva como tu perfil profesional, cualificaciones, certificaciones y logros en tus anteriores trabajos.
- ¿Por qué quieres cambiar de trabajo?
Jamás digas que es porque estás aburrido o porque tienes problemas en tu oficina. Eso puede hacer pensar a tu entrevistador que podría repetirse. Así que mejor
habla de tu futuro profesional y cómo encaja en tu visión de futuro el puesto de trabajo que te ofrecen.
- ¿Cuál es tu mayor debilidad?
Seguramente has visto recomendaciones que indican que es mejor hablar sobre debilidades que sean percibidas como fortalezas para tu entrevistador: ser muy detallista, exigente o dedico mucho tiempo al trabajo.
Si bien, tampoco puedes perjudicarte con tus respuestas,
busca aspectos reales que tengan una solución u obedezcan a circunstancias particulares. Por ejemplo puedes decir que una debilidad es tener más formación específica pero que eso es, precisamente, una de las cosas que estás buscando con un nuevo empleo.
Finalmente, recuerda que las preguntas que parecen difíciles, en realidad lo que
buscan es conocer aspectos sobre ti y tu experiencia de trabajo. Practica tus respuestas y no permitas que en el mes de Halloween tus entrevistas sean un horror.