miércoles 14 octubre 2015 |
Gestión Humana
Tener un trabajo es motivo de alegría. Es la oportunidad de crecer personal y profesionalmente y demostrar las capacidades. Sin embargo, en época de Halloween, listamos algunos de los trabajos que, seguramente, pueden causar terror en tu vida.
Embalsamador: Aunque es casi un arte, trabajar día a día con muertos para que conserven un buen aspecto no es una tarea fácil y, en cambio, puede ser una labor que no cualquiera puede hacer. Cientos de historias y mitos surgen de este trabajo que se enfrenta cara a cara con la muerte.
Taxidermista: Una mascota es motivo de felicidad en los hogares, pero la pérdida de ellas es toda una tragedia. Disecar a las mascotas para conservar su recuerdo es una labor criticada y amada al mismo tiempo, pero de seguro que el proceso de disecación no es nada placentero y puede causar muchas noches de insomnio.
Médico forense: Puede que en las series policíacas parezca un asunto de alta capacidad investigativa y astucia, pero examinar las escenas de crimen y ver cadáveres constantemente, en diversas situaciones, es una profesión que enfrenta cada vez más con la realidad, una triste y terrorífica realidad.
Sepulturero: Un ataúd que se abre o un muerto que mueve sus extremidades parecen escenas de una película de terror. ¿Pero qué pensarías si te decimos que son situaciones reales? El de sepulturero es un trabajo que requiere de gran coraje y valentía. Además de cabeza fría para evitar caer en el lugar de destino de tus clientes.
Limpiador de escenas del crimen: La clásica película Pulp Fiction presenta a un par de encargados de esta labor que, entre sátiras y burlas se han convertido es expertos para no dejar huella del delito. Pero trabajar en el lado incorrecto de la ley y enfrentarse a la muerte y la injusticia no es algo que alguien quisiera padecer.
Antiexplosivos: De terror o de heroísmo. Así terminan las escenas de película para este tipo de trabajos. Además de no ser tan sencillo como cortar un cable amarillo o azul, este trabajo requiere una gran vocación y entrega. Es un honor contar con personas que trabajen para salvar las vidas de muchos inocentes.
Y aunque la lista puede extenderse mucho más, que un trabajo sea o no terrorífico también depende de tus capacidades, pasiones y fortalezas. Elige bien tu trabajo y disfrútalo. Eso sí, evita convertirte en un ‘zombie’ por no hacer lo que más te gusta.