lunes 03 diciembre 2018 |
Gestión Humana
Recientemente se habla con regularidad del poder en las organizaciones, pero no resulta tan claro su concepto. El poder es un componente fundamental para la construcción de estructuras funcionales que respondan a las necesidades que plantean los retos y objetivos organizacionales. El poder, es concebido como la base del liderazgo en las empresas, la manera que tiene un líder para ejercer su influencia, dirigir y motivar a las demás personas que trabajan en su entorno.
Es común que poder sea entendido como sinónimo de autoridad, sin embargo, es importante que usted entienda, que los dos conceptos no resultan muy similares, si se considera que la autoridad en las organizaciones está dada en relación al cargo que ocupa, es decir, el rango y la capacidad de autoridad es fijada por el nivel jerárquico superior que se ocupa en el organigrama, mientras que el poder es logrado y obtenido por los líderes, con base en su personalidad, empatía, liderazgo, actividades que desarrolla y situaciones que resuelve.
Contrario a lo que ocurre en otros procesos de mediciones organizacionales, como la cultura organizacional, la satisfacción laboral o el riesgo psicosocial, me sorprende que no son muchas las herramientas existentes en temas de medición de poder. Según un estudio realizado por la Universidad Konrad Lorenz al respecto, uno de los primeros instrumentos existentes sobre el tema, y que según ellos resulta ser un referente, es “el construido por Dieterly y Schneider (1974) para medir la percepción que uno mismo tiene de su poder (Cook y cols., 1981). El cuestionario se compone de cinco subescalas de 7 ítems cada una, que intentan medir poder de recompensa, coercitivo, del experto, legítimo y referente”.
En coherencia con este campo de la psicología organizacional, actualmente en las mediciones de poder, se incluyen segmentos para evaluar dos tipos de poder: el poder formal y el poder informal. En el primero, se consideran tipos de poder como: poder legítimo, poder de recompensa, poder coercitivo y poder informacional. En el segundo, se consideran el poder del experto y poder referente.
Desde Adecco hemos desarrollado una metodología de medición de poder que está compuesta por cuatro grandes momentos:
- Construcción de un instrumento alineado a los intereses y particularidades de la organización.
- El diseño sociodemográfico de las personas que participarán en el estudio.
- El proceso analítico de información que en la mayoría de los casos está acompañado de focus group complementarios.
- La entrega de un sistema de información que permite una lectura estructurada de información clave para la toma de decisiones.