miércoles 16 marzo 2016 |
Gestión Humana
En la actualidad, las organizaciones no sólo buscan posicionarse entre sus usuarios. También, están interesadas en posicionarse y ser reconocidas como buenas empleadoras lo cual sirve para estimular a los empleados que ya trabajan en ellas o atraer nuevos talentos que pueden ser determinantes en su desarrollo. A esta estrategia se le conoce como Employer Branding.
Dentro de las alternativas para ser reconocido como un buen empleador debe darse a conocer las ventajas de trabajar en la organización. ¿Cómo se logra? La preocupación no sólo debe ir ligada a una buena imagen sino que, en efecto, sí sucedan situaciones que propicien el bienestar de los empleados.
El tema no sólo pasa por lo salarial. También por el “salario emocional” que se traduce en hacer que el empleado pueda sentir que crece en lo personal. Por ejemplo, beneficios para los hijos o dotación.
Una empresa consciente del impacto que genera en la sociedad va a lograr un mayor reconocimiento porque hace partícipe a los individuos y colaboradores que la rodean, logrando un valor agregado.
Así, la aplicación del Employer Branding no sólo funciona en términos de posicionamiento de marca sino en términos de productividad porque tiene como centro a los colaboradores y al personal que hace parte de una organización para mejorar su rendimiento.