lunes 12 diciembre 2016 |
Gestión Humana
Las redes sociales se han convertido en una parte indivisible de nuestras vidas. Estas ventanas digitales sirven para darnos a conocer y conocer a los demás. Las publicaciones que hacemos en ellas son una especie de confesiones que están a la vista de todos.
Bajo esa premisa hay que tener en cuenta qué hacer y qué no hacer en las redes sociales, sobre todo para los cargos directivos que terminan por ser la cara de las empresas.
Para empezar, hay que decir que es muy difícil hacer comprender a la gente que lo que uno dice no representa a su empresa. Sí, muchas personas pueden escribir en su perfil que sus comentarios son personales y no comprometen al lugar en el que trabajan, sin embargo, la realidad demuestra que a pesar de esa advertencia son pocos quienes efectivamente entienden esa separación de esferas.
Por supuesto, no está de más hacer esta simple aclaración en su perfil de redes sociales, eso sí, no se confíe y crea que por haber hecho esa salvedad puede decir lo que quiere. Comprenda que sus posts, trinos y fotos son casi como una declaración oficial a un medio de comunicación.
Así las cosas, lo primero que los directivos de una empresa deben hacer es conocer si la compañía cuenta con una política de redes sociales que marque los lineamientos de lo que se puede hacer y de lo que no. Si la firma no cuenta con una política definida, no está de más seguir las siguientes recomendaciones:
- No insulte. Deje su apasionamiento antes de entrar a las redes. Entienda que cualquier mensaje grosero o desobligante luego será usado en su contra.
- No hable mal de la competencia. Atacar a sus competidores a través de redes no es inteligente. Es más, si ellos lo atacan a usted, mantenga la calma y actúe con cabeza fría.
- Destaque sus logros. Compartir los avances de su empresa es una buena estrategia en redes. Los artículos positivos de prensa son materia prima para compartir.
- Involucre a su equipo. Comparta, felicite y agradezca a su equipo en redes sociales. Esto favorece la integración y el compromiso.
- Evite la polémica. Aunque no es fácil, trate de ‘sacarle el cuerpo’ a los temas espinosos. Su posición puede confundirse con la de su empresa.